miércoles, 21 de octubre de 2015

Arte en el Cielo

Cuando vivía en Montevideo, frente a la embajada de Japón, solía cruzar a la biblioteca y prestarme libros sobre su cultura.
Reverso de una cometa, con
bambú de 200 años de antigüedad.





Una vez encontré un precioso libro sobre las cometas japonesas, donde se  apreciaba la  sabiduría y  destreza con la que en Japón construyen estos gallardos invasores del aire, hechos de bambú 
y papel. Mostraba las cometas gigantescas que hacían los estudiantes universitarios en sus batallas de cometas, y  también aquellas del tamaño de una uña, que podían volar con el viento de un ventilador…

Keiji Uematsu, "Cono invertido, amarillo rojo",
208 x 208 cm.







Me apasioné con ellas, y se me ocurrió que sería lindo aprovechar nuestro viento primaveral  y la creatividad de los jóvenes, y hacer un festival de cometas en la playa, con la colaboración de  los estudiantes de Diseño de Producto y  Textiles del Centro de Diseño, y así se lo plantee al Director italiano,  a quien le pareció una idea peregrina.








 Pocos días después, él me mostró todo entusiasmado una carta acompañada de una foto de periódico que le había enviado un amigo desde Italia, con las cometas itinerantes del Instituto Goethe y la Embajada de Japón.
 Busqué y busqué información, hasta que conocí a Dorothea, una alemana que había trabajado como curadora  en el Museo de Ulm, y daba clases de Arte Contemporáneo Alemán en el taller de Marivi Ugolino.
Minoru Onoda, pintando un "Arrecife celeste de corales"
cometa Tosa, 282 x 282.

 Le comenté mi inquietud, y ella me dijo que estaba por viajar a Alemania, y me iba a traer el catálogo de las cometas. Esta mujer tan amable me trajo también tres catálogos bellísimos de la obra de Eva Hesse, de quien solo había oído hablar.  Y mis amigos  de Bellas Artes tomaron fotografías para la diapoteca del ahora Instituto. Así es como se logran algunas cosas…

Robert Rauschemberg,vinendo volar
su "Sky House"
Añad"Sky House" (Casa celeste). Acrílico,
collage de sedas, 372 x 248 cm.




Günther Uecker, "Caida" 160 x 160 cm.
























Y como una excelente ley de Murphy, las cometas llegaron a Montevideo pocos meses después de nuestra venida para Bolivia, en el 96, cuando la ciudad era capital Cultural Iberoamericana… (Asi fue como me perdí también el concierto de Jose Van dam  -El maestro de Música- que cantó en el teatro Solís y en la explanada Municipal…)




Otto Piene, "Sterntaler", cielo, estrellas y brillo de oro
 para emprender la "Conquista pacífica del alma"






Pero lo más importante para mí, fue  que en uno de sus viajes a Bolivia, mi hija me trajo el catálogo, que pesa más de dos kilos. Y si bien Arte en el Cielo, la colección de cometas artísticas, voló entera una sola vez, los días 1 y 2 de abril de 1989, -ya que en el primer vuelo algunas se perdieron-, en esa época, las comunicaciones no eran tan fáciles como hoy, y por eso fue tan difícil para mí acceder  a la información, a la que creo muy válida todavía hoy, 26 años después.


El catálogo, en inglés y español, es de la Exposición de Sevilla de 1992.


La cometa, elemento común a todas las culturas, y a todas las civilizaciones, es  un juego milenario, un lenguaje universal.  En esta ocasión,  Arte en el Cielo  fue el resultado final del la idea y el proyecto del Dr. Paul Eubel cuando era Director del Instituto Goethe en Osaka, que trató a la cometa como objeto de diseño artístico, de creación.

José de Guimarens, "O guerreiro",
 acrilico, polvo de metal, trozos de espejo.
Forma libre, 435 x 260 cm.
Jose de Guimaraes con el equipo constructor


Participaron como invitados, más de un centenar de artistas de 20 países a quienes se les envió una caja con el papel que ellos debían intervenir para esta original contribución, y expertos artesanos japoneses convirtieron estas propuestas en objetos apropiados para volar.




De las muchas fotografías en el catálogo seleccioné algunas de las que  me interesaron más.Entre ellas, llama la atención el “Oiseau amoureuse“ de mi admirada Niki de Saint Phalle, por ser  la de la única mujer participante.

Niki de Saint Phalle, "L'oiseau amoureuse" (El ave enamorada)

Hoy estaba revolviendo mi biblioteca, buscando un documento que debí guardar dentro de algún libro, y el destino quiso que abriera el libro en la página que muestra  una de las cometas más hermosas,  la del artista austríaco Friedensreich Hundertwasser…   “Zikadenflug, floating wáter”, El vuelo de la cigarra.

Friedensreich Hundertwasser, "ZIkadenflug" (El vuelo de la cigarra) Xilografía a 28 tintas. 31 x 34 cm.


 “Esta pequeña cometa es una obra de arte total, resultado del encuentro entre Oriente y Occidente. Configurada por un pintor que combina en su obra elementos occidentales y orientales, la talla y la impresión, en calidad de xilografía, se hicieron en Kioto por dos maestros de su especialidad. Y, finalmente, la cometa fue provista del frágil cuerpo de la cigarra,  que corrió a cargo de Masaaki Sato, en Nagoya. Este artesano produce cigarras, abejas, abejorros, y otras cometas-insecto, con arreglo a una forma procedente del periodo Edo, o sea que tiene 200 años de antigüedad. La misma edad del bambú del armazón, “susudake”, bambú que formó parte del envigado de una casa, donde, con los años y el humo, adquirió la preciada tonalidad de siena tostado.

Siguiendo la tradición, a la cometa-cigarra se le puso un zumbador de madera, ”unari”, cuya fibra debidamente tensada produce con el viento el típico chirriar de aquel insecto.”  (Del catalogo)

domingo, 11 de octubre de 2015

Los Azulejos textiles de Felipe Maqueira



Felipe Maqueira acaba de exponer (del 29 de setiembre al 11 de octubre) en el Museo del Azulejo de Montevideo, una hermosa muestra de sus azulejos textiles.

 En la impecable presentación de José Gómez Rifas, el autor se pregunta: “¿Azulejos de tela? Pensar en opuestos, en disparidades transgresoras es un enfoque valido de la creatividad contemporánea. Así lo concibió el curador A. Torres en una convocatoria del C.E.T.U. (Centro del Arte Textil del Uruguay) en el Museo Municipal del Azulejo de Montevideo.

Allí F. Maqueira nos conmovió con una pequeña obra, fina y sugerente. La dimensión breve de la pieza, le permite una manipulación íntima y confidente. El artista acumuló y superpuso prolijamente cortes de tela encontradas, de la misma superficie, el último que depositó fue un fuerte lienzo, plano y crudo. En la superficie del mismo fue realizando sucesivos recortes, rítmicos, en profundidad, llegando a los diversos extractos inferiores que fue recortando, calando, plegando. Descubre así, a la manera de arqueólogo. Los nuevos hallazgos visuales, los fijó con “alfileres de cabecita” que pasaron a formar parte de la obra. Puntadas libres, expresivas, muy “fait á main”. Los dibujos, productos del recorte evocan los de los azulejos clásicos de revestimiento, de remotas raíces árabe-mudéjares y los fabricados en la Villa de Desvres en Pais de Calais, Francia. Los ejercicios compositivos contenidos dentro del cuadrado son muchas veces mándalas ortogonales en los que juega un rol básico el centro, las medianas y las diagonales. Otras veces las composiciones son más libres.





El artista además, repara en la obra de la artesana “gaucha”, Inge Spieker que retoma la antigua técnica de bordado realizado por artesanos árabes de la diáspora portuguesa, en el pueblo de Arraiolo.

Sobre esta propuesta exitosa  del 2010, el artista comienza un proceso de seriación y estudio de piezas similares, realizando así una exploración e investigación propia, personal, que culmina con la colección que hoy presenta."




Ayer comentaba con una joven amiga, lo bueno que es haber conocido  personas inolvidables,  y tener tan buenos recuerdos.




A pesar de la distancia, eso es lo que me ha pasado con Felipe Maqueira.
Nos conocimos hace más de 30 años, cuando ambos participábamos en el Vto. Encuentro Nacional de Tapicería, en 1982, en la Galería Latina de Montevideo. Claro que el ya hacía muchos años que trabajaba con textiles y sus obras eran seleccionadas en Encuentros y exposiciones colectivas. Su obra , “Serie del comienzo del crudo final” hecha con técnicas mixtas donde incluía junto al algodón y la lana el celofán y otros materiales, simplemente me maravilló.


Poco después coincidíamos nuevamente, como socios fundadores del CETU, en aquel momento, Centro de la Tapicería Uruguaya.

A los tapicistas y textilistas, el tiempo nos resulta escaso, pero cuando hay empatía, los pocos momentos de relacionamiento, son muy intensos. Con Felipe siempre me sucedió lo mismo, nos entendimos, casi sin hablar demasiado. Yo sabía de sus viajes a Europa como investigador en diseño, y posteriormente a la India, de donde regresaba maravillado.


 Siempre me ha encantado su sentido del humor y su generosidad para compartir, como cuando me llevó a casa los libros que traía de sus viajes, como el de Jack Lenor Larsen y Mildred Constantine, Beyond Craft, the Art Fabric, en los que pude descubrir el Fiber Art Norteamericano, y La Nouvelle Tapisserie de Andre Kuenzi, diciéndome que tuviera en cuenta que “en arte textil, sale un libro cada diez años”, y en Montevideo era difícil acceder a ellos en los 80.

Así fue como pude estudiar la historia del Arte textil Contemporáneo, con los libros de Felipe y los catálogos de Ernesto, y después compartir con Atoni Starczewski y Arline Fisch, cuando ellos llegaron a Montevideo, a fines de los 80.







Recuerdo un encuentro con Felipe en la Plaza Independencia, en el que me contó de su último viaje a París, y de la obra de Christo envolviendo el Pont Neuf, que acababa de ver. Debió ser en el 88 porque posteriormente viajé, y todavía quedaban las resonancias del acontecimiento.






Cuando le conté que nos veníamos para Bolivia, me dejó un paquete para mi nueva vida, (siempre Felipe y su sentido del humor)… dentro había una toalla de felpa con la bandera uruguaya, que conservo y atesoro.




Felipe ha seguido siempre incansable, cooperando y organizando en lo colectivo, dedicándose al diseño, y luego, al vestuario de teatro a partir del 91. Actualmente, y después de haber recibido premios entre los que se cuenta la Beca Paul Cezanne del 89, el Morosoli de Plata del 2003, y el Florencio al mejor vestuario, del 2007, comparte sus conocimientos y experiencia, como docente del área textil en Escuela Universitaria Centro de Diseño. EUCD de Montevideo.





Y  asi termina la presentación, José Gómez Rifas: “También los azulejos “art nouveau” de estética inglesa,francesa, alemana e italiana motivaron a F. Maqueira a reinventar su obra textil. Su “tapiz de azulejos”, recreado para el encuentro textil del C.E.T.U refleja al decir del curador, una fina atmósfera de poesía  finisecular con raíces románticas. El propio clima del fastuoso y decadente hotel del Lido, en la época que recrea Luchino Visconti en su film “Muerte en Venecia”.





F. Maqueira, creador refinado y sensible necesita como muchos otros, espacios de más visibilidad de la obra, reales y virtuales en los nuevos soportes, para el goce estético más masivo de múltiples espectadores, a eso apostamos con esperanza.

Gracias Felipe, por tu aporte sustancioso, e incondicional al textil nacional, hoy, más allá de todas las fronteras, por compartir tu sueño mágico y fantástico de “alicatar con telas”.

Y gracias a ti, José Gómez Rifas, por tus palabras que me ayudan a acortar la distancia.

jueves, 1 de octubre de 2015

Las esculturas en fieltro de Maria Carmen Von Linsingen

COR'rompida, julio 2015, MAB
Maria Carmen Von Linsingen es una artista textil brasileña que vive en Blumenau, Santa Catarina. 
Nacida en Florianópolis, se graduó en Educación Artística (1976) en la  Univ. Federal de Santa Catarina.

En la exposición colectiva"Entre nos, quem sois vos?"
Pude experimentar el enorme placer de conocerla personalmente y compartir su contagiosa alegría cuando viajé a San Pablo en el 2013, invitada para participar en la tercera edición de TeNet, (Tecendo na Net), momento en el que tuve oportunidad de encontrarme con más de 60 artistas textiles llegados desde muchos puntos de Brasil y de San Pablo, lo que resultó una experiencia extremadamente enriquecedora.

El día anterior al Encuentro,  Maria Carmen nos alcanzó a Ludmilla Ciuffi, Andrea Eimke y a mí, en el SESC Belenzinho de San Pablo, para visitar la exposición de las Rendas Brasileiras. Ella bajó  directamente del avión que la traía desde Blumenau, para poder tener un primer encuentro con las que habíamos llegado del exterior, y que nos conocíamos a través de la web…

Desde ese momento, hemos estado en contacto, y he podido apreciar su trabajo, como creadora de esculturas en fieltro, con las que ha realizado varias exposiciones individuales. Nos Casulos, fue expuesta por primera vez en agosto de 2014 en las salas del MAB, Museo de Arte de Blumenau.
  


Texto de la autora






 Mañana 2 de octubre estará presentando nuevamente su instalación Nos Casulos, en  La Casa da Cultura Dide Brandao, Fundacao Cultural Itajai, S. C.



Vista del Salon.


Detalle de los casulos.

Los casulos (capullos) están hechos de manta de fieltro teñida en colores, y dentro se puede encontrar toda una serie de sorpresas,fruto del sentido del humor de  su autora: residuos de metal, cargadores de celular, agujas sin punta, cuerdas de violín, capullos de seda, piedras semipreciosas, pelotas de ping pong, burbujas de plástico, canicas, hilos de seda, tejidos de seda…







El publico interactuando








En la primera presentación en el MAB, se pudo apreciar la facilidad con la que el público interrelaciona con las obras.









En su ultima exposición individual en el MAB,  COR’rompida, expuesta el pasado mes de julio, 2015, Maria Carmen trabaja el fieltro también en forma escultórica pero totalmente diferente.

A las  750  esferas de fieltro, creadas capa sobre capa, y cortadas limpiamente para lograr las 1.500 semi- esferas que constituyen la obra protagonista, debemos agregar una larga serie de esculturas en fieltro, cuya presencia se debe al corte... algo impensable, pero impresionante de color y  propuesta.














Además de sus creaciones en fieltro, esculturas y prendas wearables, esta incansable mujer teje en telar y realiza hermosas piezas únicas en shibori, rootstyle, que comercializa a través de su propia firma en Blumenau, Engenho do Pano. Con generosa actitud, comparte sus descubrimientos a través de videos en los que muestra su quehacer.
En diálogo con la artista, ella dice que comenzó a trabajar con las esculturas, sin saber que era capaz de tantas osadías, ... y su risa es contagiosa. 





Maria Carmen llegó hasta Cochabamba el año pasado, junto con Ludmila Ciuffi, sensible artista textil, y  anfitriona  de mi estadía en San Pablo en ocasión de la Tenet. Ellas me acompañaron en la inauguración de mi exposición “Ritmo, Color, Transparencia” en el Centro de la Fundación Simón I. Patiño.




Resulta muy hermoso y gratificante poder experimentar la amistad que nos permite el ser colegas y compartir intereses en una actividad tan enriquecedora como lo es para muchos de nosotros la creación textil, que traspasa y elimina las  fronteras.