Conocí a Muriel Cardoso, cuando ambas participábamos de los talleres de nuestro Maestro Ernesto Aroztegui, y aunque
no estábamos en el mismo grupo, solíamos encontrarnos en la preparación de los
Encuentros Nacionales, cuando ella llegaba hasta Montevideo desde La Paloma. Y
lo que siempre recuerdo es su contagiosa sonrisa, un signo indeleble de su
personalidad.
Muriel (1948) comenzó a explorar en lo textil en forma
temprana, en 1971. Por esa época, en Montevideo se podía acceder a muestras de arte textil, como una de tapicería
llegada desde Rumania, que le hizo pensar en dedicarse a esta actividad, y paralelamente, le impresionaron también, los tapices experimentales de Mario España Corrado.
Poco tiempo después, por la época del primer Encuentro
Nacional, en 1972, Ernesto Aroztegui pudo apreciar su inquietud, y le ofreció una Beca para
aprender la técnica del gobelino a partir de los tapices coptos y precolombinos.
Séptimo Encuentro Nacional de Arte Textil, organizado por CETU, Subte Municipal, 1987, con Muriel Cardoso, Olga Dominzain y Ana Gascue, frente a la obra de Jorge Sosa, "Obsesión Monotemática." |
Los que concurrimos al taller del Maestro, sabemos del alto
impacto que solía ejercer sobre sus discípulos, que no sólo aprendíamos la
técnica, sino que reflexionábamos sobre la posibilidad de crear. Y en esto, era inflexible. Ernesto nos
estimulaba para que cada uno de nosotros
encontrara su voz interior. Pero la técnica era imprescindible. Insistía: “Para
tejer mal, hay que aprender primero a dominar la técnica, y saber qué hacer con
ella. Luego, cada uno elegirá su camino.”
Muriel Cardoso, Miguel Arbiza y varios de sus discípulos. Paysandú, 1987. Vto Encuentro de Principiantes, auspiciado por CETU.. |
Yo llegué al taller en 1980, el mismo año en que Muriel
iniciaba su trayectoria como docente, dedicándose con entusiasmo a crear talleres
de tapicería en varias ciudades del departamento de Rocha, desde su hogar instalado en la naturaleza “mágica”
del balneario de La Paloma .
Recuerdo su obra, francamente volumétrica, presentada
en el Sexto Encuentro Nacional expuesto
en el Subte Municipal, en la que mezclaba cuerdas encontradas en la playa, lana y
plástico de descarte, y a la que llamó “Tungarango.”
En el Séptimo Encuentro, fueron grandes envoltorios de blisters tejidos
, y desde el año 2010, ha sorprendido
con sus esculturas transparentes, que he podido disfrutar a través de sus
fotografías en la web.
Exposición de esculturas, 2010. |
Muriel se considera una “recicladora”, y define así su
trabajo actual con el volumen: “Caliento plásticos descartables y botellas PET,
y los transformo para hacer instalaciones, que a veces también incluyen fibra
de vidrio, resina poliéster y plastilleras”.
Insiste en que “no dejó de ser nunca una artista textil” , y
sus esculturas transparentes me remiten a las telas de las velas movidas por el viento
en su entorno marino, o quizás, también, al blanco oleaje que llega hasta la
playa y se mezcla con los guijarros y los restos de vegetación.
Hace poco, participando de un juego en la Internet, Muriel me envió fotografías de sus esculturas, y pude apreciar la poesía que surge de ellas. Son producto de su gran sensibilidad y su amor por la naturaleza.
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