domingo, 11 de octubre de 2015

Los Azulejos textiles de Felipe Maqueira



Felipe Maqueira acaba de exponer (del 29 de setiembre al 11 de octubre) en el Museo del Azulejo de Montevideo, una hermosa muestra de sus azulejos textiles.

 En la impecable presentación de José Gómez Rifas, el autor se pregunta: “¿Azulejos de tela? Pensar en opuestos, en disparidades transgresoras es un enfoque valido de la creatividad contemporánea. Así lo concibió el curador A. Torres en una convocatoria del C.E.T.U. (Centro del Arte Textil del Uruguay) en el Museo Municipal del Azulejo de Montevideo.

Allí F. Maqueira nos conmovió con una pequeña obra, fina y sugerente. La dimensión breve de la pieza, le permite una manipulación íntima y confidente. El artista acumuló y superpuso prolijamente cortes de tela encontradas, de la misma superficie, el último que depositó fue un fuerte lienzo, plano y crudo. En la superficie del mismo fue realizando sucesivos recortes, rítmicos, en profundidad, llegando a los diversos extractos inferiores que fue recortando, calando, plegando. Descubre así, a la manera de arqueólogo. Los nuevos hallazgos visuales, los fijó con “alfileres de cabecita” que pasaron a formar parte de la obra. Puntadas libres, expresivas, muy “fait á main”. Los dibujos, productos del recorte evocan los de los azulejos clásicos de revestimiento, de remotas raíces árabe-mudéjares y los fabricados en la Villa de Desvres en Pais de Calais, Francia. Los ejercicios compositivos contenidos dentro del cuadrado son muchas veces mándalas ortogonales en los que juega un rol básico el centro, las medianas y las diagonales. Otras veces las composiciones son más libres.





El artista además, repara en la obra de la artesana “gaucha”, Inge Spieker que retoma la antigua técnica de bordado realizado por artesanos árabes de la diáspora portuguesa, en el pueblo de Arraiolo.

Sobre esta propuesta exitosa  del 2010, el artista comienza un proceso de seriación y estudio de piezas similares, realizando así una exploración e investigación propia, personal, que culmina con la colección que hoy presenta."




Ayer comentaba con una joven amiga, lo bueno que es haber conocido  personas inolvidables,  y tener tan buenos recuerdos.




A pesar de la distancia, eso es lo que me ha pasado con Felipe Maqueira.
Nos conocimos hace más de 30 años, cuando ambos participábamos en el Vto. Encuentro Nacional de Tapicería, en 1982, en la Galería Latina de Montevideo. Claro que el ya hacía muchos años que trabajaba con textiles y sus obras eran seleccionadas en Encuentros y exposiciones colectivas. Su obra , “Serie del comienzo del crudo final” hecha con técnicas mixtas donde incluía junto al algodón y la lana el celofán y otros materiales, simplemente me maravilló.


Poco después coincidíamos nuevamente, como socios fundadores del CETU, en aquel momento, Centro de la Tapicería Uruguaya.

A los tapicistas y textilistas, el tiempo nos resulta escaso, pero cuando hay empatía, los pocos momentos de relacionamiento, son muy intensos. Con Felipe siempre me sucedió lo mismo, nos entendimos, casi sin hablar demasiado. Yo sabía de sus viajes a Europa como investigador en diseño, y posteriormente a la India, de donde regresaba maravillado.


 Siempre me ha encantado su sentido del humor y su generosidad para compartir, como cuando me llevó a casa los libros que traía de sus viajes, como el de Jack Lenor Larsen y Mildred Constantine, Beyond Craft, the Art Fabric, en los que pude descubrir el Fiber Art Norteamericano, y La Nouvelle Tapisserie de Andre Kuenzi, diciéndome que tuviera en cuenta que “en arte textil, sale un libro cada diez años”, y en Montevideo era difícil acceder a ellos en los 80.

Así fue como pude estudiar la historia del Arte textil Contemporáneo, con los libros de Felipe y los catálogos de Ernesto, y después compartir con Atoni Starczewski y Arline Fisch, cuando ellos llegaron a Montevideo, a fines de los 80.







Recuerdo un encuentro con Felipe en la Plaza Independencia, en el que me contó de su último viaje a París, y de la obra de Christo envolviendo el Pont Neuf, que acababa de ver. Debió ser en el 88 porque posteriormente viajé, y todavía quedaban las resonancias del acontecimiento.






Cuando le conté que nos veníamos para Bolivia, me dejó un paquete para mi nueva vida, (siempre Felipe y su sentido del humor)… dentro había una toalla de felpa con la bandera uruguaya, que conservo y atesoro.




Felipe ha seguido siempre incansable, cooperando y organizando en lo colectivo, dedicándose al diseño, y luego, al vestuario de teatro a partir del 91. Actualmente, y después de haber recibido premios entre los que se cuenta la Beca Paul Cezanne del 89, el Morosoli de Plata del 2003, y el Florencio al mejor vestuario, del 2007, comparte sus conocimientos y experiencia, como docente del área textil en Escuela Universitaria Centro de Diseño. EUCD de Montevideo.





Y  asi termina la presentación, José Gómez Rifas: “También los azulejos “art nouveau” de estética inglesa,francesa, alemana e italiana motivaron a F. Maqueira a reinventar su obra textil. Su “tapiz de azulejos”, recreado para el encuentro textil del C.E.T.U refleja al decir del curador, una fina atmósfera de poesía  finisecular con raíces románticas. El propio clima del fastuoso y decadente hotel del Lido, en la época que recrea Luchino Visconti en su film “Muerte en Venecia”.





F. Maqueira, creador refinado y sensible necesita como muchos otros, espacios de más visibilidad de la obra, reales y virtuales en los nuevos soportes, para el goce estético más masivo de múltiples espectadores, a eso apostamos con esperanza.

Gracias Felipe, por tu aporte sustancioso, e incondicional al textil nacional, hoy, más allá de todas las fronteras, por compartir tu sueño mágico y fantástico de “alicatar con telas”.

Y gracias a ti, José Gómez Rifas, por tus palabras que me ayudan a acortar la distancia.

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