viernes, 9 de junio de 2017

Buscando las fibras para tejer la Vida, entrevista con Susana Roslund.

Susana Roslund es finlandesa, y hace más de 25 años que vive en México.

"Oración", tríptico. Sexta Bienal Internacional, México, 2011

Nos conocimos a través de la VIa Bienal Internacional organizada por el WTA en ese país.
Cuando busqué las fotografías de los Salones para compartir a través de la Internet, encontré una obra que me fascinó en el Salón "Las fibras que atan a México" y la publiqué sin saber quién era su autor.

Un día, encontré un mensaje de Susana en el que me contaba que la obra era suya. Y desde ese momento las dos hemos estado en contacto, encontrando muchos intereses comunes. A través de nuestro diálogo, he podido conocer y admirar su obra, y la esencia de su trabajo con las fibras vegetales.


El relato de su proceso, me resulta conmovedor.
Paisaje de Finlandia

Bien, Por dónde empezar, Beatriz?  Creo que por mi infancia. Nací entre el mar y el bosque en la costa finlandesa, (en 1959).Simplemente el lugar, el campo y sus grandes ausencias... de gente y distracciones, te da mucho tiempo para observar... y aunque no fue una observación consciente, mis ojos se impregnaron para siempre con esos pocos colores... los verdes intensos del verano, los amarillo-rojizos del otoño, los muchos matices de blanco del invierno y nuevamente el frágil verde de la primavera. Agrega a eso que tuve la suerte de crecer con una abuela que desde que me recuerdo me llevaba consigo, en sus interminables caminatas por el campo, donde con una paciencia infinita me enseñaba todo lo que sabía  sobre las plantas locales, dónde encontrarlas, en qué momento cosecharlas, cómo prepararlas, qué uso medicinal tenían y otros usos relacionados. Un conocimiento que me parecía muy aburrido a esa edad (de 4 a 9 años, más o menos) pero al cual nunca me opuse por el grandísimo respeto que yo tenía por mi abuela.

Y un día dejaste tu tierra para emprender tus viajes...

Si, tan pronto me hice mayor, supe que necesitaba ir a encontrar mi camino. Quizás intuía ya a esa edad, que mi vida sería una búsqueda....de muchas facetas mías que por alguna razón estaban regadas por el mundo. Así que, en cuanto terminé mis estudios básicos, me fui, en busca de algo... que todavía no lo tengo muy claro, pero sabía que era de absoluta importancia.

La vida me llevó a viajar mucho, conocí gran parte de Europa, viví en varios lugares, algunos años en Suecia del Sur, y otros tantos en Gracia. A pesar del estilo nómada que había adoptado, logré estudiar Filosofía y Letras dos años en la Universidad de lund en Suecia, algo que me interesó pero no lo suficiente. Abandoné la universidad para estudiar arte, y empecé tomando clases en un instituto local. Probé muchos materiales, sin identificarme con ninguno. Y no fue hasta llegar a un taller de fibra, donde por primera vez toqué lino y cáñamo, que sentí que aquí había algo con lo que yo me podía relacionar.

La Vida muchas veces dirige el camino, sin que uno entienda los porqués, por lo menos, no en el momento. Así fue como llegué a México. Yo estaba buscando algún lugar donde pudiera penetrar más profundamente en el misterio de las fibras. Me parecía que la manera como eso se manejaba en Europa no me era suficiente. Tanto el lino como el cáñamo se compraban ya procesados, y para mi eso era como ser pintor sin saber de dónde venían los pigmentos. Así que, cuando una amiga me invitó a venir a México para ver  lo que allí se podía aprender, aproveché la oportunidad sin pensarlo dos veces. 

Cuéntame de tu experiencia en México
"Caminos Cruzados" En Escritura Ancestral, 2011.


  Llegué a México en 1990, con una maleta llena de deseos y muchas ganas de experimentar. Después de un recorrido por todo el sur del país, en busca de un taller de fibra, el único que encontré en esa época, fue en San Miguel de Allende (Guanajuato) donde me inscribí y donde me quedé por dos años.  Dos años, absolutamente mágicos donde gracias a mi poca versatilidad en el idioma español, estaba en un mundo “aparte”, un mundo donde no tenia compromisos ni obligaciones con nada ni nadie más que con mis enormes ganas de aprender, trabajar, experimentar. Cuando llegué a ese taller no se trabajaba más que unas pocas fibras orgánicas, y eso de forma bastante primitiva. Pero pronto empezamos a peinar los alrededores de San Miguel, en busca de nuevas fibras y cuando dejé el taller había unas 30 fibras experimentadas. Fueron unos años de una creatividad desbordante y para mí claves, en mi desarrollo como artista. Fue ahí que entendí, que yo había llegado a México para re-encontrarme. Había  tenido  que dar la vuelta al mundo para andar nuevamente en los campos de mi infancia, para estar nuevamente en un contacto íntimo con un elemento (las plantas) cuyo lenguaje había aprendido desde  muy pequeña. Ahí, en el campo mexicano, estaba yo nuevamente en contacto con mi verdadera esencia y de alguna forma retomando las enseñanzas de mi abuela, y fue ahí que me di cuenta que ella me había preparado para mi destino,  revelar el lenguaje de las fibras, no de forma científica, sino más bien de forma poética.


"Cuento sobre hoja suelta", detalle


Luego de abandonar el Bellas artes y San Miguel, viví un rato en Oaxaca, pero pronto me instalé en México D.F. donde encontré una casa que me hacía sentir en el campo, y donde había espacio suficiente para instalar mi propio taller. Desde entonces he estado trabajando de forma diaria con las plantas. Después de veinte años, tengo ya una experiencia y conocimiento acumulado de unas cien fibras mexicanas, un conocimiento que algún día espero convertir en un libro de enseñanza., 

A través de tu relato puedo ver que tu trabajo actual es producto de un largo proceso...


"Hojas sueltas..."


Si, todo este proceso (quiero aclarar) es parecido a hacer papel, es decir trabajo por medio de agua, así que no tiene nada en común con un proceso textil tradicional. Siempre uso las fibras de la forma más cruda posible, porque justo ahí está lo que me interesa. Cuando empecé este trabajo, me llamaron  mucho la atención los códigos naturales inherentes de este material y voy a explicar a  que me refiero. Cuando uno corta cualquier planta, se revela un diseño, un patrón… es decir su esencia, en su tallo. Pero lo que la mayoría no sabe, es que después de hervir, lavar, golpear es decir deshacer y moldear esa planta por completo, en cuanto uno empieza la parte creativa, y toma la masa en los manos para empezar a moldearla… la fibra busca retomar su patrón original! Es decir, la esencia es completamente indestructible, tanto en el ser humano como en el reino vegetal! Y es justo esa esencia, esos patrones misteriosos, ese lenguaje propio de las fibras  lo que me fascina y me interesa revelar como parte intrínseca de mi obra, aunque siempre en relación  a mi propio lenguaje.  

Te puedo entender muy bien, porque también he experimentado la magia de hacer el papel y mezclarlo con la celulosa de las plantas (aunque en mi caso se trata de las flores y sus resinas). me gustaría saber cuál es la fibra que has trabajado para exposiciones como las del WTA y del Festival Cervantino.

En mi última serie de trabajos, llamada "Escritura Ancestral", trabajé con un solo tipo de fibra, la fibra de ixtle. Esta fibra me interesa por varias razones. Primero, es una fibra cuya historia está entrelazada con la historia misma del país, y ya se usaba en tiempos prehispánicos para fabricar tanto ropa como utensilios. Es una fibra muy dura, ruda, poco glamorosa y de uso común, es decir, cotidiano. Justo las fibras así, de uso popular, me gustan, porque existe un reto muy grande en el acto de la transformación, tanto la transformación a nivel simbólico, como real, tangible.

 Veo que algunas de tus obras están como tejidas, el resultado es realmente escultórico. 


Caminos Cruzados.


Yo empecé a "tejer"no porque me interese el arte de tejer en si, sino que lo que me interesa es la parte simbólica, la parte mitológica de ese quehacer. Ese arte es algo tan antiguo como el hombre mismo, algo muy visible en nuestros mitos cuyos relatos están llenos de dioses que tejen... nada más ni nada menos que los destinos del hombre. Es decir, es un quehacer tanto cotidiano como sagrado. Y si es así que los dioses tejen nuestro destino,, entonces nosotros somos las co-tejedoras... de ese destino. Y si esa es la herencia, entonces me parece de lo más interesante el arte de tejer... una forma sublime de conectarme con un pasado ancestral, para interpretar ese legado de forma moderna, actual..

Yo siento que la vida es una cuestión de recordar, a mi me parece que cada vida es sólo un fragmento de una historia mucho mayor, una historia que por cada vida se revela más... es como ir haciendo un rompecabezas. Y ahí el tejido me parece ideal, tomo los distintos fragmentos o "hilos" de mi vida/mis vidas, y me pongo a tejer... y cada pieza de alguna forma me revela la historia más completa de mi misma. El tejido revela automáticamente las partes "no visibles", las partes más difíciles de entender. En otras palabras... es una forma de ir entendiendo tu propio destino.

Susana, tú expresas de una manera muy íntima y conmovedora, algo con lo que muchos de nosotros estamos de acuerdo. Como decía una colega colombiana, "Al tejer se contempla la vida, se la hace alegre y ritual a la vez" ( María Teresa Guerrero). Lo que me llama mucho la atención, son los colores que usas para tus propuestas, la fibra natural, el negro, y el oro...

La exposición "Escritura Ancestral", fue creada en sólo tres colores: Blanco, Negro y Oro. Eso es el resultado de una reflexión sobre el mundo en general. Creo que una de las enfermedades de los tiempos actuales, es un desequilibrio muy grande entre las dos fuerzas básicas, es decir, lo femenino y lo masculino, donde lo masculino tomó las riendas desde los tiempos de los griegos


"Hojas sueltas", Escritura Ancestral.
antiguos... hace mucho más de 2000 añios, para formar un mundo basado en una lógica racional, donde nosotros nos sentimos dueños de la madre tierra y por ende, dueños con deerechos de explotar a nuestro antojo. Por la falta de un equilibrio femenino, (sensitivo) no hubo contrapeso a esa manera de pensar, y los resultados de esa corriente intelectual ya son muy visibles. En muy poco tiempo histórico hemos logrado destruir nuestro entorno como nunca antes.



"La Hija del cielo y de la tierra..." hilo de oro y semillas de maíz.

Asi que, simbólicamente quise restaurar ese equilibrio perdido. Tomé lo blanco como símbolo de lo femenino, por la luna, por lo etéreo, por lo suave, por lo incluyente que es. El negro simboliza lo masculino, por lo duro, agresivo, prepotente de ese color, y por fin el oro, cuya esencia es la elevación, la pureza sublime. Así procuré crear toda esa serie en un equilibrio total, donde por cada pieza blanca sigue una negra y termina con oro. Es decir, creo... que tal vez el oro mitológico, es justo eso, un estado donde esas dos fuerzas están en equilibrio y el ser humano llega a otro nivel de conciencia más elevada..

Por fin Beatriz... te diré que siempre me interesaron los mitos, la historia del ser humano... de dónde venimos, y hacia qué ... vamos. Esa también es una de las razones por las que vivo en México, no me siento "en casa" en una cultura nueva, necesito ruinas y mucha historia debajo de mis pies, para sentirme bien... la misma razón de por qué Grecia y todo el mediterráneo me es familiar y cómodo. Yo misma, tal vez, soy "anticuada"... no me siento para nada de acuerdo con los ideales actuales. No estoy de acuerdo con que pensemos que este planeta y lo que contiene es de nosotros para usar y desechar , un pensamiento que ha creado esta realidad "de plástico", artificial en gran medida, que no sólo se refleja en nuestro entorno, sino que también ha afectado al ser humano. Y para mi, las fibras orgánicas son una contra-propuesta a esa manera de mirar el mundo. Creo que estamos en un momento histórico en el que sí importa el material que usamos. Sí importa si uso un material que convive con mucho respeto y armonía con nuestro entorno, que no contamina, y cuyo proceso tampoco contamina. El material que usamos como artistas se convierte en un "statement" y de qué sirve, por ejemplo, (y tomo un ejemplo común) hacer una campaña "verde" con fotografías en carteles gigantescos, si todo ese proceso es altamente contaminante? O hacer instalaciones de tema "verde" donde usan puro material sintético? Creo que hoy en día, ser artista incluye el deber de tomar conciencia, pero no de manera artificial, sino de forma auténtica... empezando por el acto creativo y los elementos involucrados.



"Escritura Ancestral", Festival Cervantino, octubre 2011

La exposición Escritura Ancestral, se mostró en octubre del 2011 en el Museo de Guanajuato, durante el Festival Cultural más importante de México. En dicha oportunidad, los países nórdicos fueron invitados E`peciales, y Susana fua convocada por la Embajada de Finlandia Para exponer en las salas del Museo Diego Rivera , su "Escritura Ancestral, que consta de 27 piezas trabajadas en la fibra del ixtle.

Sus

2 comentarios:

  1. Beatriz me ha gustado muchísimo este articulo que me ha permitido conocer a esta artista y su extraordinario comino para conocer muy profundamente el mundo de las fibras vegetales y su concepción de la vida y el mundo.
    Muchas gracias por tu trabajo y preocupación por dar a conocer a artistas tan interesantes

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  2. Muchas gracias por tu interés, querida Pilar Sala Vallejo. En tu gran intercambio con el arte y las fibras, eres parte de ese mundo. Los grandes, se reconocen.

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