lunes, 29 de agosto de 2011

Se puede enseñar a crear?...



Alexandra es una querida amiga que actualmente vive en Berlin.

Nos escribimos a menudo contándonos lo mucho que pensamos una en la otra.

Alexandra llegó hasta mi taller cada miércoles durante tres años, aprendiendo las técnicas del gobelino alto liso, y el telar de telas de cuatro lisos. Estaba ansiosa por llevar un cúmulo de información acerca de las técnicas textiles y de como manejarlas.
El problema de los textiles artesanales es que consumen mucho tiempo, y que a veces las manos no logran lo que desearíamos con la imaginación. Y hoy en dia el tiempo es escaso para las mujeres que estudian y buscan trabajo mientras deben atender a su familia, todas somos muy conscientes de ello, y eso nos hace crear, más que obras, stress.

Alexandra me dice que, crear es difícil, y ya lo creo que lo es. Ojalá pudiéramos enseñar a crear de un modo más rápido... pero es asi.

Mi querido maestro, Ernesto Aroztegui, siempre nos decía:" No se puede enseñar a crear, pero se puede crear un clima que propicie la creación." Para lograrlo, tenemos que munirnos de ideas, y tratar de volcarlas generosamente en aquellos que puedan llegar a recibirlas...

Como docente siempre me pregunté cuánto de lo que mostraba iba a ser procesado por mis estudiantes. Mi profesora de Didáctica de la Historia, en tiempos que hoy son históricos, decía que eso es muy difícil de evaluar... y que no debe ser nuestro objetivo. Es una real incógnita.

Pero hoy por hoy, cada vez que alguno de mis antiguos estudiantes me relata algún hecho por el cual me recuerdan, me siendo enriquecida en mi patrimonio.


La técnica del gobelino es compacta y diríamos que robusta, porque los hilos deben quedar fuertemente entrelazados. O sea, no dan lugar a la transparencia.

Cuando yo asistía al taller, Ernesto nos planteaba que después de terminar las tiras de ejercicios y de la técnica, hiciéramos un árbol, o peces. Pareceria que una de estas dos opciones nos darían la libertad para expresarnos.

Ernesto había aprendido la técnica casi solo, descubriéndola en los antiguos gobelinos un poco deshilachados que había en las casas montevideanas. (Muchas veces los inmigrantes llevaban entre sus enseres algun viejo gobelino, que habían sido muy comunes en Europa.)

Esos gobelinos rosaditos que veíamos en los patios de las tías abuelas y sus amigas, y que mucho más tarde descubrí que estaban de ese color, porque los tintes naturales habían desaparecido dejándole el lugar a los taninos, que con la luz se vuelven cada vez más rosados... puro milagro de la quimica.

Disculpando la disgresión, Ernesto se había sentido mucho más motivado que por esos gobelinos, por los descubrimientos en Egipto de los tapices coptos, y luego, por las obras de los niños que tejían tapices de alto liso en Harraniah, también en Egipto. El dia que entré al taller, el no dejaba de hablar de ellos, y me mostraba un gato espectacular que tenia en un poster. Pura libertad, decía.

Asi que cuando a mi me tocó comenzar mi primer tapiz, me dijo:" Por qué no te inspirás en una tapicería copta fantástica que hay con peces?" Entonces, me puse a investigar y encontré el tapiz en un libro. Como yo no me considero muy buena dibujando, se me ocurrió buscar un dibujo de un pez en el libro de geografia de mi hija... una brótola. La copié y la puse como cartón, decidiendo una gama de colores. Marrón, negro, terracota, dorado, y verde inglés. El fondo, lana blanca, más bien, cruda. ( debo decir que esos colores no se me ocurrieron a mi, sino que me inspiré en un cuadro muy hermoso de Hugo Longa que tenía en el living de casa y que me acompañó hasta Bolivia). Aunque no tiene nada que ver con lo que fui elucubrando después, la combinacion de esos colores me resultaba muy agradable. Y los matuve, jugando con ellos.

Asi que apareci con el telar con mi pececito, y Ernesto me dijo, "muy lindo, pero porqué no lo vas transformando y desfigurando asi como vas hacia arriba?"

Eso me motivó a dibujar otros peces, uno a partir del otro.

Hasta que terminé la tira de 50 x 1,20.

La cortamos, y me dijo, "esto esta muy lindo para colgar en tu casa, pero,porqué no hacés dos más, y te queda un tapiz de mejor tamaño?"

Hice lo que me sugerïa, pero casi sola, porque el se fue de viaje. Cuando se la mostré, me dijo que estaba bárbara, pero que ahora iba a tener que emparentar la primera tira con la segunda, y luego tejer la cuarta.

Asi que tuve que ir deshaciendo algunos lugares para unirlas, y finalmente, después de un año, pude mostrar un tapiz de dos metros por 1,20. Un muy buen tamaño, para ser el primero y en tiras de clase... El problema fue que Ernesto quedo tan impresionado que no hacía más que hablar del tapiz y me dijo que tenía que presentarlo en el Vo. Encuentro pero que para eso iba a tener que hacer otro con el tema del pez. Y se reía y repetía: "yo te quiero ver mejorar este..." para mi, una especie de maleficio.

En resumidas cuentas, el primero fue admitido, el segundo no, pero ambos fueron seleccionados en el Primer Salón del Tapiz organizado por el Banco de la República, en el año 83.Al primero lo llamé "Cardumen" y al segundo, "Pez Gordo", y también esta tejido en dos tiras del telar de clase, pero en el otro sentido. La unión quedó escondida detras de las texturas.

A qué viene todo esto?

Como fue mi primer tapiz, yo estaba totalmente liberada, sin ningun tipo de ataduras ni de compromiso, estaba probando, y disfrutando. Pienso que ese es el proceso de la creación. Eso si, cómo lo disfruté!!!... me quedaba horas en la noche, a veces hasta las tres de la mañana, logrando hacer diez centímetros, y considerando que el resultado era una total porquería, y a la mañana siguiente lo volvía a ver y encontraba que podía tener arreglo, que no estaba tan mal. Un verdadero diálogo con la materia, como solía decir Ernesto. También nos repetía que teníamos que sufrir la angustia de la creación, y la verdad que eso también se experimentaba fuertemente, aunque muchas de mis compañeras decían que ellas no buscaban angustiarse, sino pasar un buen rato. Creo que esos años que concurrí al taller, están cargados con las experiencias más ricas de mi vida. Sobre todo por el estímulo de libertad que se respiraba. Libertad difícil y rigurosa, pero fantástica.

Ernesto insistía en que para averiguar cuáles son las motivaciones que guían al artista es necesario mucha investigación, mucho trabajo, y años de estar intentándolo, por lo menos veinte, decia...

Y nosotros buscábamos para cada tapiz un nuevo tema, porque uno queda saturado de estar meses y meses con lo mismo. El nos decía que para agotar un tema, los pintores hacen series, pero los tapicistas no. No pueden, generalmente lo agotan en uno...

Asi que, cuál iba a ser el denominador de una trayectoria?

Muy dificil imaginarlo. Hoy, treinta años después, yo creo que hasta en mis primeros tapices en gobelino, estaba implícita la transparencia, y aunque yo no me diera cuenta cabal, hoy lo puedo apreciar.

Al tercer tapiz, lo llamé "Mutación Inestable" y lo presenté al VIo. Encuentro Nacional. Ese mismo dia de la Inauguración lo compró un empresario suizo, en el año 1986, por lo que la foto que me quedó es bastante mala, pero se puede apreciar el intento por dar la transparencia.

Todavía tengo problemas para colocar las fotografías en el blog, pero creo que la explicación del proceso quedó clara.

Este verano estuve en Montevideo, y pude ver y fotogafiar mi "Cardumen" en el Museo del Gaucho y la Moneda. El Banco decidió exponer al público algunos de los tapices de su acervo, y el mío está en las oficinas del Directorio de la sucursal 19 de junio, y tal como pude apreciar, muy bien conservado. Despues de 27 años, parece el mismo, y me dio una gran alegría poder mostrárselo a mi nieto.









7 comentarios:

  1. Genial!!!. Pero hay que ser artista, como premisa y estar dispuesto a dedicar mucha vida en la creación...... la satisfacción vale la pena!!!!.
    Enhorabuena y gracias por el relato.
    Un saludo.
    Concha

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Concha, te invito a leer una nota que salio hoy en la Revista Arte, digital y gratuita, dirigida por Alicia Haber, sobre mi exposicion "Ritmo, Color, Reansparencia", en el Centro Simon I. Patiño de Cochabamba, Bolivia.
      http://arte.elpais.com.uy/beatriz-oggero-del-gobelino-a-las-esculturas-textiles/#.VGamdDSG-So

      Saludos, Beatriz

      Eliminar
  2. Dedicación y talento. Hermoso el texto y todo el relato. Gracias Beatriz

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti, querida Clara Luz Gils, por tu interés en bucear en este blog. Un abrazo!!!

      Eliminar
  3. A mí me parece que crear es un proceso mental que reune las memorias a la capacidad de re-inventar basado en estas mismas memorias. Yo soy una buena cocinera y en cada plato que realizo impongo las colores de mis queridos impresionistas, la simetria contemporanea de la arquitetura, los olores afetivos... es un conjunto de todo mezclado, por esto creo piamente que la creaccion es la suma del aporte de vivencias y la capacidad de re-inventarse usando del limite de insumos que hay, a veces, cuanto menos insumos viene la verdadera creatividad.

    ResponderEliminar
  4. Beatriz, la desconocida que escribió arriba es tu amiga Maria Cristina.

    ResponderEliminar